Aunque alguna vez fueron populares, hoy en día son cada vez menos comunes las máquinas expendedoras de tabaco debido a las regulaciones gubernamentales y las preocupaciones sobre la salud pública. Por lo general, estas máquinas expendedoras dispensaban cigarrillos, cigarros y otros productos de tabaco a usuarios que insertaban el dinero necesario para comprarlos.

El uso de máquinas expendedoras de tabaco ha sido objeto de controversia. Los críticos argumentan que estas máquinas hacen que sea más fácil para los menores de edad obtener productos de tabaco, ya que no es necesario presentar una identificación para hacer compras. También se ha encontrado que las máquinas expendedoras de tabaco son menos propensas a verificar la edad de los compradores que las tiendas físicas.

Además, el tabaco es un producto adictivo y dañino para la salud. Las máquinas expendedoras de tabaco pueden hacer que sea más fácil para los consumidores comprar productos de tabaco de forma impulsiva y sin la orientación de un profesional de la salud. Esto puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaco, como cáncer, enfermedad pulmonar y enfermedad cardíaca.

Por estas razones, se han implementado restricciones y regulaciones gubernamentales en muchos países para limitar el uso de máquinas expendedoras de tabaco. En algunos lugares, estas máquinas solo se permiten en lugares donde hay una supervisión constante de un empleado que puede verificar la edad de los compradores. En otros lugares, las máquinas expendedoras de tabaco están completamente prohibidas.